jueves, 13 de marzo de 2008

FUTBOLISTAS DESERTAN





Suman siete los desertores del equipo cubano de ftbol

JORGE EBRO Y WILFREDO CANCIO ISLA
ElNuevo Herald


jueves 13 de marzo del 2008


Otros dos jugadores desertaron de la selección cubana que compite en el Torneo Preolímpico de Fútbol de la CONCACAF en Tampa, sumándose a cinco de sus compañeros que anunciaron ayer su decisión de permanecer en Estados Unidos.

El defensa Yendry Díaz y el mediocampista Eder Roldán, ambos de 20 años, abandonaron también el hotel donde se alberga la escuadra nacional de Cuba y se encuentran al amparo de amigos suyos. Con siete jugadores de baja, el equipo cubano queda reducido a 12 jugadores, lo que de hecho anula su participación en el grupo eliminatorio “A” del certamen.

De esa docena, el delantero Roberto Linares recibió tarjeta roja durante el partido inaugural frente a Estados Unidos y no podría jugar hoy contra Honduras, mientras que otro integrante de la nómina se encuentra lesionado, reduciendo la cantidad de jugadores cubanos disponibles a sólo 10.

La CONCACAF pudiera eliminar oficialmente de la competencia al plantel cubano, decisión que se conocerá en las próximas horas. El partido frente a Honduras aparece fijado para este jueves a las 5:30 p.m.

Díaz, oriundo de Matanzas, declaró que estaba decidido a escapar de la delegación cubana una vez concluida la competencia, pero se vio obligado a adelantar los planes tan pronto conoció de la fuga de cinco integrantes de su equipo, la noche del pasado martes.

“Estoy preocupado por el equipo, pero mis compañeros lo hicieron antes y ya no se puede hacer nada más”, manifestó Díaz, quien confirmó la deserción de Roldán.

El jugador relató que no observó especiales controles de vigilancia en el Hotel Doubletree Tampa Westshore Airport, y que salió caminando del lugar sin sentirse perseguido.

“Quiero hacer lo que siempre quise, jugar en un equipo profesional de fútbol”, afirmó Díaz.

Su compañero de filas, el también defensa y capitán del equipo,Yenier Bermúdez, anunció en la tarde de ayer que otros dos jugadores cubanos habían desertado. Poco después, Díaz participó en una entrevista telefónica con el canal ESPN Deportes durante la transmisión del partido de anoche entre México y Canadá, celebrado en Carson, California.

“Yo me siento también mal, porque el equipo nos necesitaba para seguir adelante, pero esta era una decisión tomada con antelación”, expresó Bermúdez, que ayer recibió elogios de la prensa oficial cubana por su desempeño en el partido contra Estados Unidos.

Con Bermúdez se fugaron además los defensas Erlys García Baró y Loanny Cartaya Prieto, el mediocampista Yordanis Alvarez, todos de 22 años, y el arquero José Manuel Miranda, de 21. El grupo llegó a West Palm Beach en la madrugada del miércoles tras viajar por carretera desde Tampa.

Bermúdez dijo que antes de viajar a Estados Unidos el equipo recibió una especial preparación ideológica para evitar deserciones ante el asedio de los cazatalentos del deporte.

El técnico de la selección, Raúl González, manifestó la pasada semana en La Habana que se había hecho un “trabajo bastante fuerte en la preparación político ideoógica” de los futbolistas.

Según González, los jugadores jóvenes de la selección nacional representan una mercancía barata para cualquiera, pero aseguró que se sentía optimista para enfrentar los posibles “intentos de los mercenarios" del deporte.

El pasado año estuvo marcado por una ola de deserciones en el deporte cubano.Los campeones olímpicos de boxeo Odlanier Solís, Yan Bartelemí y Yuriorquis Gamboa escaparon en Venezuela; los futbolistas Osvaldo Alonso y Léster Moré lo hicieron durante la Copa de Oro de la CONCAF en Estados Unidos; el balonmanista Rafael Dacosta en Brasil y el pelotero Alexei Ramírez se fue a República Dominicana para luego firmar un jugoso contrato con los Medias Blancas de Chicago.




http://www.elnuevoherald.com/167/story/174611.html

martes, 11 de marzo de 2008

CUBANO GUERRILLERO EN MEXICO




Cubano es presunto líder de las FARC en México

WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald


martes 11 de marzo del 2008


Un ingeniero cubano radicado en México fue identificado por las autoridades de inteligencia como el presunto dirigente del grupo de apoyo a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) desde territorio mexicano, según un informe gubernamental divulgado el lunes.

El reporte de inteligencia --citado por los diarios El Universal y The Wall Street Journal-- señala a Mario Dagoberto Díaz Orgaz, de 48 años, como el principal sospechoso de organizar la expedición de un grupo de estudiantes mexicanos a un campamento de las FARC en Ecuador, atacado por las fuerzas colombianas el primero de marzo.

Agentes mexicanos dicen haber fotografiado a Díaz Orgaz en Quito el 5 de marzo a las 6:25 p.m. mientras merodeaba el hospital militar donde está recluida Lucía Andrea Morett Alvarez, sobreviviente del operativo armado.

Morett, de 26 años, figura entre los heridos rescatados tras la acción del ejército colombiano, que dejó 26 muertos, entre los que podría haber hasta cuatro ciudadanos mexicanos.

La joven, conocida como "Alicia'' en las filas insurgentes, había viajado el 10 de enero de México a La Habana y desde ahí a Quito. Su regreso a México estaba programado para el martes.

El informe sobre Díaz Orgaz lo presenta también como operador financiero de las FARC en México y afirma que se le han identificado cinco cuentas bancarias con saldos promedio de 800,000 pesos mexicanos (unos $80,000) durante los últimos dos años. Los registros señalan que recibió una transferencia de $20,000 desde Panamá.

El ingeniero cubano habría sido ubicado en Ecuador por los servicios de inteligencia mexicanos luego de sobrevivir al ataque militar contra el campamento de las FARC.

Pero Díaz Orgaz rechaza rotundamente las versiones que le atribuyen vínculos con las FARC y asegura que nunca ha estado en Ecuador, aunque el expediente de inteligencia asegura que ha viajado a ese país sudamericano al menos en dos ocasiones, en el 2007 y en el 2008.

Anoche El Nuevo Herald contactó telefónicamente a un cercano amigo suyo en la ciudad de Querétaro, donde Díaz Orgaz reside y trabaja como investigador del Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial (CIDESI), adscrito al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología del gobierno mexicano (CONACYT).

"Este es un hombre tranquilo, amable y un profesional dedicado'', dijo la fuente que pidió anonimato. "Lo más probable de este caso es que se haya producido un robo de identidad''.

Para evitar el asedio de la prensa, Díaz Orgaz se encuentra desde el lunes en casa de unas amistades.

La fuente aseveró que el ingeniero cubano está en condiciones de demostrar que el atribuido viaje al Ecuador es falso, pues la fecha en que la inteligencia mexicana lo sitúa en las inmediaciones del Hospital Militar de Quito, él se hallaba en la ciudad de Villahermosa, capital del estado de Tabasco, junto a un grupo de colegas del CIDESI.

Díaz Orgaz es oriundo del pueblo de Bejucal, en La Habana, donde nació el 15 de enero de 1960.

De acuerdo con la información en poder del gobierno federal de México, Díaz Orgaz estudió Ingeniería Mecánica en el Instituto Politécnico de Vladimir (hoy Universidad Estatal de Vladimir), a 180 kilómetros de Moscú, y realizó luego varios cursos de especialización en Metrología.

Emigró a México en el 2000 y obtuvo la ciudadanía mexicana en el 2003. Se desempeña como responsable de la Gerencia de Metrología Dimensional en el CIDESI, institución dedicada a promover y apoyar la modernización tecnológica del sector productivo mediante investigaciones aplicadas.

El reporte relata que el ingeniero cubano participó en el 2004 en un encuentro en México con una delegación venezolana que incluía algunos miembros de las FARC, a quienes fue presentado como responsable financiero de la guerrilla colombiana en territorio mexicano. Al parecer, desde entonces ha viajado en dos ocasiones a La Habana.

Díaz Orgaz fue señalado además como un activo organizador del Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, celebrado en Caracas en agosto del 2005.

Su papel habría sido clave en el respaldo financiero a grupos partidarios de las FARC en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), uno de los mayores y más prestigiosos centros académicos de América Latina.

Entre sus conexiones con "movimientos disruptivos y antisistémicos'' relacionados en el informe, aparecen el Frente Popular Revolucionario, Frente Popular Francisco Villa (Independiente), Bloque de Fuerzas Proletarias, Movimiento Bolivariano de los Pueblos en México y Partido Comunista de México.

Las revelaciones del caso se producen a pocos días de la visita de la canciller mexicana Patricia Espinosa a La Habana, animada por una política de reestablecimiento de las relaciones entre ambos países.

En febrero pasado el Ejército colombiano había capturado en Palmira, departamento de Valle del Cauca, al médico cubano Emilio Muñoz Franco, un optometrista mencionado como pieza clave de una red de apoyo logístico a las FARC.

Muñoz Franco habría llevado a estudiantes cubanos de Medicina que cumplieron una pasantía en campamentos de las FARC entre el 2000 y el 2001.

Las autoridades colombianas consideran que en su contra hay evidencias suficientes para acusarlo como extranjero asociado a la guerrilla. Sus vecinos de Palmira aseguran que nunca le conocieron un escándalo.

Hasta anoche las autoridades mexicanas no se habían pronunciado sobre la posibilidad de formular cargos contra Díaz Orgaz.


lunes, 10 de marzo de 2008

EXILE IN NEW YORK





March 10, 2008
Citywide

For Those Who Fled, a Retort to Cuba

Carmen Peláez is a liberal with a deep laugh and a great sense of the absurd. All of those qualities are tested when she encounters fellow New Yorkers who still admire Fidel Castro.

Ms. Peláez, a Cuban-American actress, was born in this country and raised in Miami. She came to New York in 1993 to study acting. In the mid-’90s, she traveled to Cuba to explore the world of her great-aunt, Amelia Peláez, a noted painter who died in 1968. All those experiences pulse through “Rum & Coke,” a one-woman show in which she channels relatives on both sides of the Florida Straits and weary Habaneros stuck on an island forgotten by the outside world.

The play was her retort to the fascination with Che T-shirts, solidarity tours to Cuba and the endless praise of the revolution’s twin pillars of health and education.

“When I started writing the play, I thought people just didn’t know what was happening in Cuba,” she said after the show closed its monthlong New York run last week. “But the longer I live here, the more I realized, they don’t care.”

She was reminded of that last month when Mr. Castro finally stepped down as president after nearly 50 years in power. The move prompted wistful reflections from old rabble-rousers and praise from some politicians. Representative José E. Serrano called Mr. Castro a “great leader” whose retirement ensured the future of the Cuban system and its achievements, which he said enjoyed “a broad base of support” on the island.

What really stumped Ms. Peláez was how the Bronx congressman’s only brickbats were against the “twisted policies” of the United States government.

“They would rather keep their little pop revolution instead of saying it is a dictatorship,” Ms. Peláez said. “I had somebody come to me after a show and say, ‘Don’t ruin Cuba for me!’ Well, why not? They’re holding on to a fantasy.”

This city has long attracted Cuban artists and intellectuals in exile. Many of those who now live here thrive on the city’s culture, its mix of people and even its weather (four seasons, instead of hot and hotter). Perhaps the greatest Cuban exile of all, José Martí, lived and worked in 19th-century New York as he rallied his countrymen in the fight for independence from Spain.

Exiles and refugees are still coming to New York, having decided that life in Castro’s Cuba — the only life they ever really knew — was not worth the sacrifice of personal freedoms. This month, some of them will observe the fifth anniversary of the Cuban government’s crackdown on 75 dissidents, independent journalists and librarians, who were sentenced to as many as 28 years. Most of them are still in prison.

Paul Berman, a writer in residence at New York University who has written critiques of the American left and Cuba, said the plight of these recent arrivals does not strike the same chord here it once did for those who fled the Soviet bloc.

“Back in the ’70s and ’80s, some mathematician would come out of the Soviet Union and there would be a meeting of intellectuals to greet him,” Mr. Berman said. “That kind of human rights zeal just seems to have disappeared.”

Cristina Martinez came of age in the Soviet Union, were she was sent to study electrical engineering in 1985 after graduating from high school in Cuba. Her extracurricular lessons were unavoidable, watching as perestroika and glasnost swept through society.

“The press was starting to bring to light everything they had hidden during 75 years of Communism,” she said. “It was a lesson, that this was the future we wanted to go to. This is the light. We had all toyed with the idea of changing the Cuban reality, to criticize it, to make it better.”

But as walls fell and borders opened, Cuba clung to its way. Disillusioned, Ms. Martinez fled to Spain, where she taught at a university for six years. Her politics were leftist enough that her Spanish friends joked she was “the reddest person they ever met.”

Maybe not in New York, where she has lived since 1996, working as a computer systems administrator at an Upper West Side school. Though she still considers herself a liberal who favors the underdog, she is puzzled by the image of Cuba as an international paladin.

“The image is one of the defender of the oppressed and defender of just causes,” she said. “People who understand the Cuban reality know it is not like that. It is not something they would want for themselves or their own country. Or, they are opportunists who use Cuba as a symbol knowing full well what is happening.”

Although Enrique Del Risco knows what has happened on the island where he was born 40 years ago, he still gets odd looks from college students when he tries to explain Cuba’s reality. He left Cuba in 1996 and settled in New York two years later, teaching Spanish at New York University.

“I grew up believing in the system,” he said. “Quite a believer. My parents, too.”

He, too, thought there would be change during the late 1980s. Instead, he found himself slowly suffocating, with his writings earning him reprimands.

“I was more scared of surrendering than being put in jail,” he said. “I was scared that I would stop being myself. I was someone who thinks independently and expresses that.”

Yet to try and tell that to some of his students, he said, was like talking about extraterrestrial life. He knows to expect a dual riposte — yes, but what about universal health care and education?

“At the root of that is a great belittling of Cubans,” he said. “It’s like we are some sort of little animals who only need a veterinarian and someone to teach us tricks and we’ll be fine.”

He is dismayed by the way Cuban officials deflect questions from university students who wonder why they cannot travel overseas or stay at Cuban hotels, which are essentially reserved for tourists. Ricardo Alarcón, president of Cuba’s National Assembly, told one such questioner that when he was a diplomat posted in New York during the 1960s and ’70s, shopkeepers would eject him the moment they learned he was Hispanic.

“There is a fear of the future that comes from control of information,” Mr. Del Risco said. “You can see that in what Alarcón said. You can only dare say what he said in a country that is disinformed.”

Mr. Del Risco’s New York is welcoming.

“I feel more at home in New York than in Madrid,” he said. “From the first day you get here you feel like you are from here. There is not that distance or someone asking you what you are doing here.”

He loves the variety. The rush. The chance to do it all. Or do nothing at all.

“I was always in love with New York,” he said. “Even when I was an anti-imperialist, I was pro-New York.”


domingo, 9 de marzo de 2008

BAJA LA NATALIDAD EN LA ISLA



domingo 9 de marzo 2008

Cada vez menos cubanos en la isla
WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald

Los cubanos que viven en la isla son cada vez menos, según datos oficiales.

La Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba (ONE) reveló que, en el 2007, por segundo año consecutivo la población cubana experimentó un decrecimiento y las proyecciones de los expertos indican que la tendencia se mantendrá hasta el 2025.

Según cifras oficiales, al concluir el pasado año Cuba tenía 11,237,154 habitantes, casi 1,900 menos que los 11,239,043 del 2006. El último año de aumento sostenido fue el 2005, cuando la población total acumuló 11,243,836.

La tendencia decreciente marca un hito en la historia demográfica de la isla, donde no se producía un fenómeno similar desde el siglo XIX. La población cubana sólo disminuyó en períodos consecutivos a raíz de la epidemia de cólera de 1833, durante la guerra de los Diez Años (1868-1878) y la guerra final por la independencia (1895-1898).

La crisis demográfica cubana es reconocida por los organismos gubernamentales, que pronostican una disminución de la población cubana en 77,000 personas durante los próximos 20 años, lo cual representa una caída del 0.7 por ciento en relación con la cifra actual.

Un reciente informe del Centro de Estudios de Población y Desarrollo (CEPD) de Cuba apunta como factores en la nueva dinámica "una tendencia al descenso de la fecundidad, un sostenido saldo migratorio externo negativo y una mortalidad con tendencia al descenso'' tanto en en el nivel infantil como en personas mayores de 60 años.

El índice de fertilidad --nacimientos por cada mil mujeres en edad reproductiva-- constituye un elemento de primordial preocupación para las autoridades y expertos de la isla, considerando que no han podido remontar los débiles niveles registrados desde comienzos de la década de los 90.

También la natalidad se mantiene en la tasa más baja de los últimos cien años: 10.1 por cada mil habitantes.

La curva de fertilidad en Cuba muestra un ascenso a partir de 1982 para luego descender a 1.44 por mil durante la crisis económica de los años 90 y mantenerse sin grandes variaciones hasta la actualidad. En el 2007 la tasa de fertilidad fue de 1.49, lo que ha provocado alarma sobre el reemplazo poblacional a mediano plazo.

"Parecía que la entrada al siglo XXI estaría marcada por la recuperación de este indicador, pero hasta el presente no hay evidencia al respecto y de acuerdo a lo ocurrido a partir del 2003 se evidencia que el país continúa transitando por una nueva contracción de la fecundidad'', señala el estudio Cuba: Proyección de la Población. 2007- 2025, realizado por el CEPD.

La socióloga Silvia Pedraza, profesora de la Universidad de Michigan, coincide en que el bajo índice de fertilidad se explica por el impacto interno del descalabro del campo socialista, así como a la inestabilidad económica que persiste en la isla.

"Si uno visita a Cuba es muy fácil percatarse de que hay mucha gente vieja en comparación con los niños y adolescentes'', observó Pedraza, que viajó el pasado año por varias ciudades de la isla.

"Las familias consideraron muy arriesgado tener niños en el llamado período especial y la situación actual tampoco no es muy alentadora''.

El geógrafo Joseph L. Scarpaci, profesor del Instituto Tecnológico de Virginia, opina que la baja fertilidad se debe a la gran disponibilidad de anticonceptivos y la proliferación del aborto en Cuba.

"Hay anticonceptivos de todo tipo, pastillas, aparatos, condones, y la tasa de abortos es una de las más elevadas del mundo'', dijo Scarpaci, autor de Havana: Two Faces of the Antillean Metropolis (2002). "Pero para mí la clave es que la gente sabe que no es el momento propicio para tener familias''.

Scarpaci recordó que la tasa de fertilidad bajó en Estados Unidos durante la Gran Depresión de los años 30 y lo mismo ha ocurrido en fechas recientes en la antigua Unión Soviética y los países socialistas de Europa del Este.

Una coincidencia entre Cuba y la casi totalidad de los antiguos países socialistas con bajas tasas de fertilidad es el elevado número de abortos. Según un estudio comparativo del Instituto Alan Guttmacher, con sede en Washington, Cuba figuraba en 1996 en cuarto lugar entre los países con mayor índice de aborto (58.6), detrás de Rumania (63.0), Rusia (62.6) y Bielorusia (61.9).

Aunque en la última década las estadísticas indican una disminución sustancial en la cantidad de abortos quirúrgicos, 24.7 por cada 1,000 embarazos, sigue siendo extendido el uso de la regulación menstrual como método abortivo, incluso sin el requisito previo de una prueba de gravidez.

Un reporte del Ministerio de Salud Pública cubano de 1997 indicó que el 68.8 por ciento de las regulaciones menstruales realizadas en el país fueron confirmadas como abortos y el 93 por ciento de todas las regulaciones se practicaron en embarazos diagnosticados.

En el 2001, durante una conferencia internacional de salud en La Habana, el entonces gobernante Fidel Castro aseguró que Cuba tenía que "emprender la batalla contra el incremento de los abortos'' pues el problema evidenciaba "deficiencias en la educación sexual de muchos jóvenes''.

Castro llegó a sugerirle al cardenal Tarcisio Bertone en octubre del 2005 que la Iglesia Católica podría ayudar a combatir "la plaga de abortos en Cuba''.

El decrecimiento de la fecundidad está directamente relacionado con el principal reto poblacional que enfrentan el país de cara al futuro: el envejecimiento.

Los 1.82 millones de personas de 60 años o más que residen en el país se convertirán en 2.9 millones en el 2025, lo que significará una fuerte sobrercarga para la seguridad social y la atención geriátrica en los próximos años. Casi el 20 por ciento de los habitantes de La Habana son personas mayores.

Pero no puede desestimarse en este panorama de crisis demográfica el efecto de la emigración, fundamentalmente de familias jóvenes que emigran a Estados Unidos.

Desde 1994 a la fecha, unos 450,000 cubanos han abandonado el país, según los datos de la ONE.

Las cifras oficiales de Estados Unidos evidencian un "éxodo masivo silencioso'' desde Cuba a partir de los acuerdos migratorios bilaterales de 1995 y las "correcciones'' que ha incorporado la Ley de Ajuste Cubano desde 1997 para las personas que llegan ilegalmente por vía marítima o cruzan la frontera mexicana para solicitar refugio político.

Desde el 2000 han llegado a territorio estadounidense 191,000 inmigrantes cubanos, 77,000 de ellos en los últimos dos años.

"Para un país pequeño de 11 millones de habitantes, estas cifras migratorias tienen un tremendo impacto en el decrecimiento de su población'', apuntó Pedraza, autora de Political Disaffection in Cuba's Revolution and Exodus (2007).


http://www.elnuevoherald.com/167/story/172391.html

jueves, 6 de marzo de 2008

DEMOCRATIC CUBAN SOLDIER DIES

March 6, 2008

Ramón Barquín, Cuban Colonel, Dies at 93

By ANTHONY DePALMA

Ramón M. Barquín, a respected Cuban Army officer whose struggles to restore the rule of law in Cuba clashed with both the dictator Fulgencio Batista and later the revolutionary government of Fidel Castro, died on Monday at his home in exile in Guaynabo, Puerto Rico. He was 93.

The cause was complications of leukemia, his son, Ramón Jr., said from Puerto Rico, where a funeral was held Wednesday.

Mr. Barquín, who held the rank of colonel in the Cuban Army, played a role in the events leading up to the triumph of Mr. Castro’s rebels. He was imprisoned after leading a group of professional officers in an unsuccessful coup d’état against Mr. Batista in 1956, eight months before Mr. Castro landed on the southeastern coast of Cuba to launch his revolution.

When Mr. Batista fled the country before advancing rebel forces on Jan. 1, 1959, Colonel Barquín, who had the support of United States officials, escaped from solitary confinement. With Mr. Castro still hundreds of miles away in the mountains of Oriente Province, Colonel Barquín assumed control of the Cuban armed forces at Camp Colombia, the country’s principal military base, in Havana.

Colonel Barquín then tried to negotiate with Mr. Castro but was unable to contact him. When the rebel leader Camilo Cienfuegos arrived at the Camp Colombia barracks on Jan. 2 with orders to assume command of the army, Colonel Barquín did not stand in his way, because his orders had been signed by Manuel Urrutia, the man recognized by Cuba’s Supreme Court as the new president. For the next few weeks, Colonel Barquín helped to establish a new government.

But his relationship with Mr. Castro quickly soured. Summary trials of Batista supporters, violating international standards of justice, convinced Colonel Barquín that the new government was moving in a direction he could not support. Realizing that Colonel Barquín was too popular to be imprisoned again, Mr. Castro gave him an ambassadorial position in Europe in 1959, effectively removing him from Cuba.

Colonel Barquín and other moderates in the new government formally broke ties with Mr. Castro in mid-1960. He resigned and went into exile.

Ramon Barquín was born May 12, 1914, in Cienfuegos, Cuba. He enlisted in the Cuban Army in 1933 and advanced steadily. In 1941, he graduated from the Cuban Military Academy as a first lieutenant, later rising to colonel.

Colonel Barquín attended the United States Strategic Intelligence School and became director of Cuba’s War College and Military Academy. During the presidency of Carlos Prio Socarras in the early 1950s, Colonel Barquín was Cuba’s military attaché in Washington. In 1955 he was awarded the Legion of Merit, a Congressional honor given to foreign military leaders.

In April 1956, Colonel Barquín returned to Cuba with plans to lead a cadre of professional officers against Mr. Batista. Word of the attack leaked out, and he was arrested, along with a dozen other officers. He was court-martialed and sentenced to eight years in prison on the Isle of Pines.

By the end of 1958, the Cuban Army — one of the largest in Latin America at the time — was unable to resist some 300 regulars backed by untrained peasants in Mr. Castro’s rebel force.

After breaking with the Castro government in 1960 and going into exile, Colonel Barquín was involved for a time in anti-Castro activities in Miami. In a 1961 interview with The New York Times, he encouraged the Cuban people to rise up against the Castro government, rejecting the Communist doctrine Mr. Castro had imposed but retaining certain aspects of the revolution that Mr. Castro had promised in 1959.

“We want to go back to those ideals of freedom, democracy, dignity and peace,” he said. “We must keep Castro’s land reform, but we must pay for the property expropriated. We must do it in the right way, not like demagogues.”

His son, Ramón Jr., said Colonel Barquín did not participate in the botched Bay of Pigs invasion in 1961. Soon after that debacle, Colonel Barquín separated himself from the anti-Castro movement. In Puerto Rico he established the American Military Academy, a K-12 school and other educational institutions.

Colonel Barquín took up running when he turned 60 and ran in more than 20 marathons, including the 1994 New York City marathon.

In 1941 he married Hilda Cantero. She died in 2004. Besides his son, he is survived by a brother, Pedro; a sister, Josefina; and a daughter, Lilliam Consuegra, of San Juan.

Ramón Barquín Jr. said he hoped someday to return a small portion of his father’s ashes to Cuba, which Colonel Barquín left in 1959 and never saw again.


http://www.nytimes.com/2008/03/06/world/americas/06barquin.html?ref=americas&pagewanted=print

lunes, 3 de marzo de 2008

TEACHER FOUGHT CASTRO




St. Joseph teacher fought Castro

By Richard Lake • rlake@clarionledger.com


March 3, 2008



St. Joseph teacher fought CastroBy Richard Lakerlake@clarionledger.com

The high school kids in his science classes at St. Joseph Catholic School in Madison don't ask about it much, but behind Ramon Machado's thick Cuban accent lies a story of intrigue.

There are secret agents, nuclear physics, uncommon bravery and a near life-ending explosion.

All this from a suburban teacher who happened to work with the CIA, who happened to oppose Fidel Castro's wicked regime, who happened to play a part in the infamous Bay of Pigs invasion.

Come along for the ride.

"He was one of the bravest men I have ever known," said Harold Feeny, formerly the head of intelligence at the U.S. Navy base at Guantanamo Bay, Cuba.

Feeny, 85, retired from the Navy in 1970. He lives in Texas now but recalls vividly what the man code-named "Pete" did back in the early days of Castro's dictatorship.

"It was a noble cause," said Fenny, "and Pete was a noble warrior."

The once-noble warrior is 67 now, is married and has five kids. He teaches engineering, chemistry and physics at St. Joe.

For Machado, the recent news that Castro, 81 and in failing health, resigned is bittersweet.

He marvels at the coincidence that a man who shares his name but none of his ideals - a man considered one of Castro's confidants - is the new vice president of the land where he grew up.

(New Cuban President Raul Castro has appointed 77-year-old Communist Party ideologue Jose Ramon Machado Ventura as the government's No. 2 man.)

Back in 1959, Machado was in his first year studying nuclear engineering at the University of Havana. He said there was much excitement when Castro's revolution took charge of the country. People believed him to be their liberator, he said.

That quickly changed; it became clear that one dictator was being replaced by another.

By early 1960, Machado had gotten involved in a student-protest movement. The students fomented underground resistance, but they believed they needed help from the outside.

A few left for Miami, where help was waiting from the CIA.

The remaining group members drew straws to see who would stay and who would leave for Miami. Machado went to Miami.

His high school friend, Luis Gutierrez, stayed behind.

"When you are 18 years old and you are out to conquer the world, when you see your piece of turf being compromised, it is unavoidable, practically, to get involved," said Gutierrez, now living outside Washington, D.C.

Machado, once he was in Miami, trained with the CIA for what would become the U.S.-led invasion of Cuba's Bay of Pigs.

Feeny, the former intelligence officer, said he got the OK from his superiors to use Guantanamo to help infiltrate Machado and others like him back into Cuba.

Machado returned a few months ahead of the April 1961 invasion. His task was to create a diversion in the eastern part of Cuba so that Castro's troops would be drawn away from the site of the invasion in the west.

He worked with other underground dissidents to act as, essentially, bait for Castro.
"Ramon was a real hero," said Gutierrez, whose oldest son went on, years later, to marry Machado's oldest daughter.

Days before the invasion, Machado was training a group to work with plastic explosives. He had a backpack full of blasting caps and was working with another one in his hands.

He dropped the blasting cap, and it exploded. So did the rest of them.

Shrapnel sprayed all around, wounding several people, Machado severely.

"They didn't expect him to live," Feeny said.

With help, Machado made his way from the woods to Guantanamo that day, and Feeny had him admitted to the hospital.

"Treat him," he told the medical staff, "as though he's your own brother."

Now, 48 years later, Machado's legs still show scars. He cannot hear in his right ear, but he essentially recovered. He said a piece of shrapnel works its way to the surface of his skin now and then, but otherwise he has no problems.

He stayed in the hospital through the invasion, which turned out to be a disaster.

He returned to America, and over the next few years, like many others, became disappointed with the failure to oust Castro from power.

He moved on, earning a degree in nuclear engineering from the University of Florida.

He worked as a nuclear engineer for Entergy for 29 years, retiring in 2002.

He has been teaching at St. Joe's ever since.

"I always liked the idea of teaching," Machado said.

Ibby Joseph, St. Joe's vice principal, said Machado's real-world experience is an asset in class.

"He brings that perspective to the kids," she said, "that says, 'I know you need to know this because I've been there.' "

He also brings diversity; there aren't, after all, a whole lot of Cuban-born, political dissidents teaching kids in Mississippi.

"I think it helps them all be a little more accepting of people who are different from them," she said.

Like his friends Feeny and Gutierrez, Machado is glad to see Castro go. But Castro's brother, Raul, is seen as no better.

Which means that the ideals Machado and the rest of them fought so hard for so long ago remain unrealized.

"My life is here now," Machado said.




http://www.clarionledger.com/apps/pbcs.dll/article?AID=/20080303/NEWS/803030333/1001/news

sábado, 1 de marzo de 2008

DISIDENTES LIBRES



Raúl cambiaría a disidentes presos por los cinco espías
PABLO BACHELET / The Miami Herald
WASHINGTON

sábado, 1 de marzo del 2008

El gobernante cubano Raúl Castro podría considerar el intercambio de disidentes cubanos encarcelados por cinco agentes de la inteligencia cubana que están presos en Estados Unidos por espionaje, dijo un alto funcionario del Vaticano en una entrevista publicada el viernes.

Las especulaciones de una proposición cubana para realizar este tipo de cambio han estado flotando desde que La Habana lanzó una campaña masiva de publicidad para la liberación de los cinco agentes de la red espía Avispa que fueron hallados culpables en Miami. Se trata de la primera confirmación de que el gobierno cubano está interesado en un canje.

Los cinco cubanos están cumpliendo sentencias en cárceles norteamericanas por espiar para el gobierno de La Habana. Por su parte, el gobierno cubano dice que estaban en Miami para infiltrarse en grupos anticastristas, y así evitar posibles ataques terroristas a Cuba, no para espiar al gobierno estadounidense.

El cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado del Vaticano, el primer funcionario extranjero que se reunió con Castro desde que éste fue elegido gobernante el domingo, le dijo al periódico del Vaticano Osservatore Romano que el tema de un posible canje surgió durante la reunión que sostuvo con el gobernante cubano esta semana.

Bertone expresó que le dijo a Castro que la Iglesia podría considerar la liberación de algunos de los disidentes de la isla como un gesto humanitario.

Castro señaló que entraría a considerar "incluso el problema de los cinco prisioneros cubanos en EEUU, y por consiguiente la cuestión de un tratamiento humanitario para ellos, también, con la posibilidad eventual de un canje''.

"El presidente destacó la importancia de practicar la reciprocidad'', dijo Bertone. Castro está preparado para enfrentarse a cualquier problema "de forma muy abierta'', y "hacer gestos concretos, como reciprocidad, siempre que se respete la identidad y la soberanía del pueblo cubano'', según el cardenal.

El Departamento de Estado reaccionó con cautela ante la noticia.

"Es importante señalar que estos prisioneros en EEUU fueron hallados culpables a través de todo un proceso legal de las leyes norteamericanas, y posteriormente sentenciados por los delitos que cometieron'', dijo Heide Bronke, portavoz del Departamento de Estado. "Los prisioneros políticos en Cuba no han cometido ningún delito. No hay el menor punto de comparación entre unos y otros''.

Sin embargo, la entrevista de Bertone revela una apertura poco usual por parte de Raúl Castro para discutir problemas de derechos humanos.

Bertone dijo que le pidió a Castro que permita que los prisioneros tengan acceso a servicios espirituales. Le entregó a Castro una lista de prisioneros "para que los tenga en cuenta por razones humanitarias''.

Es de sobra conocido que varios de los disidentes cubanos encarcelados tienen serios problemas de salud.

Bertone también dijo que el Vaticano trataría de que se reduzcan las sanciones económicas contra la isla. "Indudablemente, esto debe conllevar pasos hacia una mayor libertad, hacia un reconocimiento mayor de los derechos personales, sociales, políticos y económicos'', agregó.

Está programado que el papa Benedicto XVI se reúna con el presidente Bush el próximo 16 de abril en Washington, D.C.


http://www.elnuevoherald.com/167/story/168668.html