martes, 26 de febrero de 2008

DISCURSO DE RAUL



Frustración tras el primer discurso de Raúl Castro
PABLO BACHELET / The Miami Herald
WASHINGTON


El desafiante discurso de Raúl Castro el domingo y su decisión de designar a un militante de línea dura como primer vicepresidente generó una reacción internacional mixta, en la que un alto funcionario europeo dijo que estaba decepcionado, pero otros lo felicitaron.

"Las noticias pudieron haber sido más abiertas, mejores'', declaró Javier Solana, responsable de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, según la agencia de noticias EFE. "No estoy seguro de que la transición haya comenzado desde el punto de vista político''.

El domingo la Asamblea Nacional de Cuba eligió al ideólogo comunista José Ramón Machado Ventura, de 77 años, a la primera vicepresidencia del Consejo de Estado. Muchos gobiernos habrían preferido un reformista económico como Carlos Lage, de 56 años.

En su discurso de toma de posesión del cargo, Raúl Castro no dio mucha importancia a la reforma política y aseguró que aunque se enfrentaría a los significativos problemas económicos que sufre el país, los cambios serían dentro del sistema comunista.

La cancillería francesa pidió a La Habana que tome un rumbo demócrata y que libere a los prisioneros políticos.

"Liberar a más políticos y periodistas de la oposición, especialmente los que tienen mala salud, sería una primera señal de las autoridades cubanas sobre su determinación de comenzar las reformas'', señaló Pascale Andreani, un portavoz de Relaciones Exteriores de Francia.

Sin embargo, muchos países, tuvieron reacciones diferentes.

El presidente sudafricano, Thabo Mbeki, envió un mensaje de felicitación a Raúl Castro, recordando como Cuba había ayudado en la lucha contra el colonialismo en Africa y prometió ayudar mientras la isla comienza "la nueva y difícil tarea de consolidar el sistema político y económico''.

Un portavoz del gobierno vietnamita comentó que la elección de Raúl Castro mostraba unanimidad.

Los gobiernos latinoamericanos también se mostraron cautelosos.

Un funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú afirmó que las relaciones bilaterales no se afectarían por la elección del domingo y el canciller Carlos Gutiérrez calificó de "inadecuado'' el embargo económico estadounidense a la isla.

Perú fue el único de países latinoamericano de importancia en pedir abiertamente a Cuba que implemente reformas democráticas después que Fidel Castro anunció la semana pasada que no se postularía a la reelección.

El portavoz del gobierno chileno, Francisco Vidal, declaró: "Confiamos que la decisión del pueblo y del gobierno cubanos sean las apropiadas para su futuro''.

Ejercer más presión internacional sobre La Habana ha sido parte de un continuo esfuerzo del gobierno del presidente George W. Bush y de los enemigos de Castro en el Congreso.

El senador Mel Martínez, republicano por la Florida, afirmó ayer que era "más importante que nunca'' para los países oponerse a "cualquier aumento de la represión del gobierno y apoyar al pueblo cubano en su deseo de cambio y de una vida mejor''.

El secretario de Comercio, Carlos Gutiérrez, cubanoamericano como Martínez, amplió: "Yo esperaría que todos los países del mundo tomaran nota de lo que está sucediendo en Cuba: prisioneros políticos que mueren de hambre, gente que no tiene suficiente para comer''.

Frances Robles, redactora de The Miami Herald, contribuyó a este reportaje desde Miami.

pbachelet@MiamiHerald.com



http://www.elnuevoherald.com/167/story/166195.html

lunes, 25 de febrero de 2008

SIN CAMBIOS EN CUBA




Posted on Sun, Feb. 24, 2008

Cuban leader adds military loyalists to team

BY PABLO BACHELET

Cuba's new leader has placed two top army generals in key positions in his new government, giving the armed forces an even bigger grip on the civilian power structure, experts said Sunday.

The National Assembly also filled the government's No. 2 position -- first vice president of the ruling Council of State -- with 77-year-old José Ramón Machado Ventura, regarded as a very hard-line communist ideologue.




Retired CIA Cuba analyst Brian Latell said Sunday's changes in the Council of State -- no doubt orchestrated by Raúl Castro -- resemble the Soviet Union in the early 1980s, when ``old men were replacing very old men.''

''This is a gerontocracy,'' Latell added, noting that Castro's inner circle is now dominated by people well into their 70s. Only 56-year-old Carlos Lage, who has been supervising the economy, represents a younger generation in the upper echelon of power.




The new names also indicate Castro was not likely to embark on the kind of profound political changes sought by the United States and other nations, said Latell, author of After Fidel, a biography on Raúl Castro.




''But I wouldn't say anything about the economy,'' he added, predicting that Castro will be forced to undertake some changes to improve the island's dire economy.

The National Assembly on Sunday elected Castro as president of its Council of State, the government's top body. It also elected the council's first vice president, five second-line vice presidents and one secretary, as well as 22 rank-and-file members.


Machado Ventura's appointment was the biggest surprise of the day because he was seldom mentioned in the speculation about the makeup of the new council.

''He is perhaps the most orthodox ideologue of the . . . Communist Party,'' said Mauricio Claver-Carone of the U.S.-Cuba Democracy Political Action Committee, which lobbies Congress to keep the Cuba embargo in place. ``This means they are looking to fight back reform, and prioritize political discipline.''


There had been speculation that the first vice presidency would go to Lage, most closely identified with the market economic revisions that Cuba embraced in the early 1990s in order to overcome the collapse of Soviet subsidies.

Analysts say it is too soon to say if Machado Ventura's appointment means Raúl Castro is backpedaling on the changes he has been talking about since he assumed power temporarily from his ailing brother Fidel in 2006. Other council changes suggested that some loyalists to Fidel, who has been opposing significant economic revisions, had lost ground.


Machado Ventura's recent duties have included making sure that communist ideology is integrated into education programs. Fidel Castro put him in charge of Cuba's education programs -- at home and abroad -- when he took sick in July 2006.

Also advancing were key members of the armed forces and top subordinates of Raúl Castro, one of the world's longest-serving defense ministers.

Gen. Julio Casas Regueiro, 72, was promoted from rank-and-file member to one of the council's five vice presidencies, replacing Machado Ventura. Casas is vice minister of the armed forces and chairman of GAESA, the big military conglomerate that controls 60 percent of the economy, from hotels to domestic airlines.

''One is the right hand and the other is the left hand of Raúl Castro,'' said Frank Mora, a Cuba expert with the National Defense University, of the appointments of Machado Ventura and Casas.


Mora noted that another Castro ally and military figure, Gen. Alvaro López Miera, the army's chief of staff, was promoted to the council. He was the subject of a long interview in the official Granma newspaper recently.

And Gen. Leopoldo Cintra Frías, 66, a longtime Castro ally who has commanded the Western army -- one of three main military regions -- since 1990, was elected as a new rank-and-file member of the council.''That enhances the military presence on the council,'' Mora said.

Overall, the Council of State underwent a large shake-up, with 13 new members. The freshmen group includes a black union leader and several representatives of women's movements.


Removed from the council was Otto Rivero Torres, member of a small group of young hard-liners loyal to Fidel Castro who are known as the Taliban. He is first secretary of the Communist Youth Union.

Also ousted was Pedro Ross Leal, the head of Cuba Workers' Central, the country's lone labor union, and 81-year-old Pedro Miret Prieto, vice president of the Council of Ministers, which is made up of Cabinet members.



domingo, 24 de febrero de 2008

CAMBIO DE MANDO




El turno del heredero

La Asamblea Nacional seleccionará hoy a los integrantes del nuevo orden de mando en la mayor de las Antillas.

Por Eliván Martínez Mercado / Enviado especial


La Habana - En Washington le consideran un “Fidel Lite”. Acá en Cuba, disidentes y revolucionarios coinciden en que es un comunista de línea dura que se volvió pragmático con el tiempo.

El general Raúl Castro, de 76 años, es uno de los principales candidatos a suceder oficialmente en la presidencia a su hermano Fidel Castro, quien anunció el martes que la enfermedad intestinal que padece le impide aspirar y aceptar el puesto que ocupó por 49 años.

“Raúl es el más preparado para dirigir, porque pasaba más tiempo acompañando y aprendiendo de Fidel”, opina una fidelista que hacía fila en una bodega en el barrio La Habana, para obtener su pequeña ración de 10 huevos y 3/4 de libra de pollo fresco, que el gobierno comunista suministra mensualmente. Raúl González, quien conversa con dos amigas en una mesa al aire libre, se muestra más pesimista, aunque en las calles hay total normalidad.

“No es lo que la gente opine de Raúl, es que nosotros no lo escogemos”.

La Asamblea Nacional que hoy entra en vigor elegirá entre sus 614 diputados un presidente del Consejo de Estado (cuerpo ejecutivo). Ninguno de los legisladores tiene más experiencia en el gobierno que Raúl Castro. Asumió interinamente la presidencia hace 19 meses, cuando su hermano se la delegó tras sufrir la enfermedad.

La disidencia sostiene que los hermanos se contradicen, y hay revolucionarios que dicen que ambos se complementan. El comandante es el polémico idealista, conocido internacionalmente, que impartía discursos apasionados durante largas horas. Raúl Castro va al grano, aborda problemas concretos y no le gusta la vida mediática. No tiene el carisma de su hermano. En las calles no hay letreros que exalten su imagen ni sus citas, y los cubanos no suelen tener en su casa una foto suya, como sí hacen algunos con la imagen del ex presidente.

Raúl Castro se unió en tiempos de juventud al movimiento de jóvenes del Partido Comunista en la Universidad de La Habana, asumiendo las posturas más extremistas de la ideología.

Perteneció al grupo de rebeldes liderados por Fidel Castro que atacó los cuarteles del ejército en la ciudad de Santiago de Cuba, el 26 de julio de 1953, para derrocar el régimen de Fulgencio Batista. Desembarcó clandestinamente en la isla en 1956 en el yate Granma, y fue el primero que se separó de los guerrilleros de la Sierra Maestra para formar un segundo frente, al noreste de la isla, en la antigua provincia de Oriente.

Incluso, dirigió la ejecución de decenas de soldados que habían servido durante el gobierno de Batista.

“Siempre fue conocido como un radical, con una dureza que rayaba en lo brutal”, según el historiador y periodista británico Richard Gott, autor de Cuba, a New History, uno de los libros de historia de la isla más respetados que han sido escritos desde la izquierda. Esa reputación, según el autor, la confirmó el mismo Fidel Castro, cuando lo nombró públicamente sucesor en caso de muerte, y dijo que después del máximo líder vendrían hombres más “radicales” que fortalecerían la revolución.

Los revolucionarios ganaron el 1 de enero de 1959, y Raúl Castro se encargó de convertir los grupos rebeldes en el ejército oficial de Cuba.
Las fuerzas armadas de la isla jugaron un papel decisivo en 1988 para detener en combate a las tropas racistas del ‘apartheid’ de Sudáfrica, que se encaminaba a invadir Angola, apoyadas por Estados Unidos.

“Es un gran militar que sabe dirigir”, cuenta Pedro González, mientras descansa en un banco en La Habana Vieja. “Y aparte de eso, Raúl es el dirigente que la gente conoce después de Fidel. A los otros dirigentes no los conoce nadie”.

“Expectativas muy grandes”

Otro de los supuestos presidenciables es el médico Carlos Lage, vicepresidente del Consejo de Estado, que en tiempos de la enfermedad del comandante ha ejercido como una suerte de primer ministro. Se encargó de implementar algunas de las reformas económicas durante el periodo especial, cuando Cuba perdió las ayudas de la Unión Soviética, que se disolvió en 1991.

Así estaba el panorama en Cuba hasta el pasado 26 de julio, cuando el presidente interino pronunció un discurso en el que señaló que era el momento de comenzar un proceso de críticas abiertas para hacer cambios “estructurales y de concepto” para “mejorar” la revolución. Los analistas sostienen que es un reformista decantado por un comunismo con economía de mercado al estilo China.

“Raúl ha creado una expectativas muy grandes que nunca habían ocurrido. Ha visto que si no se hace el cambio el país se le puede salir de las manos”, opina Oscar Espinosa Chepe, uno de los 75 disidentes encarcelados en 2003 y liberado por problemas de salud. El gobierno cubano le había considerado un “mercenario” al servicio de Washington.

“Para la gente es importante que el tipo duro de las fuerzas armadas haya lanzado en su discurso una propuesta de diálogo a Estados Unidos entre iguales”, añade Leonardo Padura, uno de los escritores de la isla más conocidos en el extranjero. Sostiene que hay un cansancio social en el que ya no se le puede pedir más sacrificio a la gente, cuyos sueldos no alcanzan para comprar alimentos y artículos de primera necesidad.

Nadie duda que si Raúl Castro gana estará condicionado por la presencia de su hermano, que hasta ayer no había anunciado su dimisión al liderazgo del Partido Comunista, el único legal en la isla, que establece las líneas generales que debe seguir el gobierno, según la constitución cubana. El general necesitará que Fidel Castro y los sectores inmovilistas le den la carta blanca poder cumplir con las expectativas de cambio que ha creado.












Hora crucial para Cuba
WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald


Cuba realizará hoy su primer cambio oficial de mandato ejecutivo desde que la revolución de Fidel Castro tomó el poder hace 49 años.

Aunque en los albores del proceso revolucionario Castro entregó formalmente durante seis meses la presidencia a Manuel Urrutia, en 1959, y luego gobernó hasta 1976 como primer ministro y máximo líder partidista bajo la sombra inmóvil del presidente designado Osvaldo Dorticós, nadie puso jamás en duda su autoridad absoluta y decisiva sobre los destinos de la nación cubana.

Nunca antes la instauración de una legislatura de la Asamblea Nacional (Parlamento) --ni siquiera la que inauguró la institucionalización socialista en 1976-- ha generado tanta expectativa internacional y ha cobrado tanto significado para el futuro de Cuba como la convocatoria de esta mañana, a partir de las 10 a.m., en el Palacio de Convenciones de La Habana.

El anuncio de Castro, de 81 años, de que no aspiraría ni aceptaría los cargos gubernamentales que aún ostenta, dio el visto bueno a la sucesión en marcha tras 19 meses de enigmática convalecencia. No sólo despejó el camino para la designación de un nuevo presidente del Consejo de Estado, sino también para los inevitables movimientos que se sucederán en la pirámide gubernamental y la cúpula militar.

Los ojos del mundo están sobre Cuba en este momento histórico que pocos imaginaron: una era post Fidel, con Castro vivo y sin cargos oficiales, convertido tras bambalinas en un "soldado de las ideas'' que escribe artículos como "un arma más del arsenal con la cual se podrá contar'', según definió en su mensaje del martes pasado.

Todo apunta a que el general Raúl Castro, de 76 años, debe ser el sucesor elegido al término de la sesión parlamentaria. Mencionado como el heredero de poder por su hermano mayor, Raúl Castro tiene la "legitimidad histórica'' así como un aval de organización y eficiencia al frente de las fuerzas armadas y es el segundo secretario del Partido Comunista desde 1975.

"Si a mí me pasa algo mañana, con toda seguridad que se reúne la Asamblea Nacional y lo eligen a él, no le quepa la menor duda. Se reúne el Buró Político y lo eligen a él'', declaró Fidel Castro poco antes de enfermarse, según consta en el libro-entrevista Biografía a dos voces (2006), de Ignacio Ramonet.

Raúl Castro ha funcionado como gobernante interino desde que Fidel Castro delegara los poderes temporalmente el 31 de julio del 2006, y según los datos del Consejo Nacional Electoral (CNE), es el candidato más popular entre los 614 parlamentarios electos el 20 de enero, con el 99.4 por ciento de los votos. Su hermano fue relegado al lugar 19 con un 98.3 por ciento.

La sorpresa sería que Raúl no ocupe el cargo de presidente del Consejo de Estado y en su lugar elijan a Carlos Lage, ahora vicepresidente. La mayoría de los analistas apuestan por la designación de Raúl Castro pero consideran que el nuevo gobierno tendrá un carácter menos unipersonal y una manera más colegiada para tomar decisiones por las circunstancias cruciales que enfrenta el país.

"Más allá de quién ocupe la máxima posición de gobierno, la cuestión más importante tiene que ver con la política económica'', dijo Philip Peters, vicepresidente del Instituto Lexington, con sede en Virginia.

Peters opina que el gobierno interino ha consumido ya 18 meses "diagnosticando problemas económicos, recogiendo sugerencias entre la población y aumentando las expectativas de cambio'' en la vida nacional.

"Ahora veremos si el gobierno está o no preparado para generar los cambios y si ha logrado un consenso en el Partido y una estrategia para acometerlos'', agregó el experto.

Para el historiador Rafael Rojas, no debe pensarse en reformas políticas ni de los mecanismos dictatoriales del sistema, pero sí en un posible cambio en el gobierno, con un lenguaje distinto y respaldado por un Parlamento con mayor protagonismo institucional.

"A diferencia de Fidel Castro, la posición de Raúl no es ocultar los problemas del país bajo la Batalla de Ideas, sino reconocer que Cuba está en crisis'', señaló Rojas. ‘‘Si ese nuevo gobierno impulsa la solución de los problemas económicos y sociales, la oposición como el exilio tendrán que asumir otras estrategias para lidiar con el régimen''.

Peters no ve "ningún signo de cambio en la forma de gobierno'', ni piensa que la Asamblea Nacional adquiera una mayor importancia como entidad gubernamental.

Sin embargo, Rojas ve este nuevo Parlamento como la institución donde se acumulan las expectativas de cambio, a diferencia de otros momentos en que gravitaban sobre los congresos del Partido, el último realizado en 1997. El VI Congreso partidista está postergado desde el 2002.

Según la Constitución cubana, el Partido Comunista es "la fuerza dirigente superior de la sociedad y el Estado''.

"Lo mejor que ha pasado en el último año es que la posibilidad de implementar cambios, por pequeños que puedan parecer, se concentra en el Parlamento y no el Fidel Castro y su Grupo de Apoyo'', manifestó Rojas.

‘‘La pérdida de poder de los talibanes [castristas de línea dura] es evidente''. La VII Legislatura que hoy asumirá sus deberes no dista mucho en composición de la que la precede, según las estadísticas oficiales.

El dato más significativo es que de los 614 diputados, 374 (60.91 por ciento) nacieron después de 1959 y 134 (21.82 por ciento) no rebasaban los 10 años cuando Fidel Castro llegó al poder.

Aunque los medios oficiales han presentando como un logro de esta candidatura el índice de renovación de sus miembros, la Asamblea Nacional que hoy se constituye tiene 385 parlamentarios nuevos (63 por ciento), una cifra casi similar a los 378 (62 por ciento) que asumieron por primera vez el mandato en el 2003.

Las cifras de integración de mujeres, mestizos y negros, y delegados de circunscripción a nivel de barrio, son muy similares a los que tenía la legislatura anterior.

De todas formas, varios nombres y rostros nuevos estarán inevitablemente en la lista de 31 miembros del Consejo de Estado que se anuncie hoy.

Con Raúl Castro y Lage instalados en la presidencia y vicepresidencia primera del Consejo de Estado, quedaría el reto de llenar cinco vicepresidencias. Hay dudas de si el comandante histórico Juan Almeida Bosque, de 81 años, y el general Abelardo Colomé Ibarra, de 68 años y afectado de salud, podrán continuar como vicepresidentes.

Tampoco parece decidido si la presidencia de la Asamblea Nacional seguirá en manos de Ricardo Alarcón, de 70 años, o pasará a un dirigente más joven y con renovados bríos.

La periodista Alina Fernández Revuelta, hija disidente de Fidel Castro, pronosticó que la cúpula gubernamental estará mayormente integrada por hombres de la confianza absoluta de su tío Raúl.

"Raúl lleva 50 años cultivando lealtades y si antes las lealtades se dividían entre Fidel y Raúl, ahora relegado Fidel a un segundo plano los que no tengan el beneplácito de Raúl no llegarán a ninguna parte'', opinó Fernández Revuelta, exiliada desde 1993.

Peters piensa que será importante ver si hoy los funcionarios más jóvenes asumirán puestos prominentes en el gobierno.

"Un desplazamiento a favor de la nueva generación podría ser un signo de confianza política que tendría un indudable impacto internacional'', aseveró.
Cómo se decidirá el sucesor de Fidel Castro

La reunión constitutiva de la VII Legislatura de la Asamblea Nacional de Cuba (parlamento) comenzará a las 10 a.m. en el Palacio de Convenciones de La Habana

La sesión debe iniciarse bajo la conducción de María Esther Reus, presidenta de la Comisión Nacional Electoral (CNE) y ministra de Justicia, quien leerá la lista de los 614 diputados elegidos el pasado 20 de enero y validar los certificados de elección.

Reus informará sobre la composición social del Parlamento y comprobará que haya quorum. Se escuchará el himno nacional y los diputados realizarán y firmarán su juramento, dejando instalada la legislatura.

Luego Amarilys Pérez, presidenta de la Comisión Nacional de Candidaturas, presentará a los diputados dos proyectos de candidatura a partir de consultas hechas desde finales del pasado año. Los proyectos incluyen una propuesta para elegir la dirección del parlamento y otra para la integración del Consejo de Estado.

Reus someterá entonces las dos candidaturas a los diputados.

Se procederá a elegir, por votación secreta y directa, al presidente, vicepresidente y secretario de la Asamblea y al presidente, primer vicepresidente, vicepresidentes secretario y los restantes 23 miembros del Consejo de Estado.

Para ser elegidos se necesita más del 50 por ciento de los votos válidos emitidos. Aunque regularmente la prensa tiene acceso a la apertura de la sesión parlamentaria, las deliberaciones de los diputados y el proceso de elección siempre se han realizado a puerta cerrada.

La sesión de clausura está anunciada para las 2:30 p.m. de este domingo y será transmitida en vivo por la televisión cubana.

La conformación de un Consejo de Ministros es un proceso posterior, sin una fecha precisa para anunciar su nueva composición y posibles cambios.



sábado, 23 de febrero de 2008

SIN CAMBIOS POR AHORA



Fidel Castro advierte que no habrá cambios en el régimen
WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald


A menos de 48 horas de instaurarse una nueva cúpula ejecutiva en Cuba, el gobernante retirado Fidel Castro advirtió que no habrá cambios en el sistema socialista y anunció que hará constar su ‘‘voto unido'' a favor de la presidencia del Parlamento y del Consejo de Estado.

Castro ironizó sobre las reacciones de los candidatos a la presidencia de Estados Unidos, quienes el pasado martes --al conocerse la noticia de su retiro-- reclamaron cambios inmediatos para la isla.

"Medio siglo de bloqueo les parecía poco a los predilectos. ¡Cambio, cambio, cambio!, gritaban al unísono'', escribió. "Estoy de acuerdo, ¡cambio!, pero en Estados Unidos. Cuba cambió hace rato y seguirá su rumbo dialéctico. ¡No regresar jamás al pasado!, exclama nuestro pueblo''.

En su primer artículo luego de renunciar oficialmente a sus cargos al frente de la nación, Castro confesó haber vivido "días de tensión'' que lo dejaron exhausto esperando la proximidad del 24 de febrero, fecha en que quedará constituida la séptima legislatura y será designado su sucesor.

El texto apareció esta vez bajo el rótulo de Reflexiones del compañero Fidel, ya suprimido el título de "Comandante en Jefe'' con que se venían publicando sus textos desde el 29 de marzo del 2006.

Aunque Castro dice que se había prometido unas vacaciones y que planificaba "dejar de escribir una reflexión por lo menos en 10 días'', cambió pronto de opinión y rompió su silencio. "Hay que abrir fuego ideológico sobre ellos'', indicó en el texto en referencia a sus adversarios, especialmente los precandidatos a la Casa Blanca.

La aparición de una nueva columna de Castro apenas tres días después de la noticia de su alejamiento del poder, marca el terreno de lo que será su nueva función como "soldado de las ideas'', como auguró en el mensaje de despedida del 19 de febrero.

Y es el mejor indicio de que la sombra de Castro continuará gravitando sobre los destinos de la nación cubana, al menos en un período inmediato.
Pero la reflexión de ayer dejó también una interrogante sobre su influencia y posible participación en la jornada parlamentaria del próximo domingo.
"Estoy enfrascado ahora en el esfuerzo por hacer constar mi voto unido en favor de la presidencia de la Asamblea Nacional y del nuevo Consejo de Estado, y cómo hacerlo'', concluyó Castro enigmáticamente.

No queda claro la forma en que el gobernante saliente "hará constar'' su voto en la jornada dominical, que está fijada para iniciarse a las 10 a.m. en el Palacio de Convenciones de La Habana.

"Me parece que hay señales claras de que algo va a hacer para hacer sentir su presencia allí'', comentó anoche Alcibíades Hidalgo, ex representante cubano en Naciones Unidas quien desertó en el 2002. Aunque resulta poco probable que Castro pueda asistir a la sesión parlamentaria, considerando las "limitaciones físicas y de movimiento'' que él mismo ha reconocido, Hidalgo pronostica que pudiera aparecer en una videoconferencia o enviar un mensaje grabado al resto de los 613 parlamentarios electos.

"No se puede descartar esa variante, porque lo que sí resulta evidente es que Fidel Castro va a seguir influyendo sobre los espacios de poder en Cuba'', apuntó el ex funcionario cubano.

Castro comunicó esta semana su renuncia ante la opinión pública tras 19 meses de convalecencia por una enfermedad gastrointestinal no revelada. La noticia provocó una verdadera conmoción mundial e inundó los principales espacios periodísticos del orbe con innumerables especulaciones sobre el futuro de la isla.

Castro dijo el viernes que luego de entregar su comunicado asegurando que no aspiraría ni aceptaría cargos gubernamentales el 24 de febrero, durmió esa noche como nunca, pues "tenía la conciencia tranquila''.

Tras 49 años y 49 días como recia personalidad gobernante, Castro deja un vacío de poder que los analistas pronostican se llenará mediante un mando colegiado que incluya representantes de varias generaciones forjadas en la doctrina revolucionaria.

La nueva etapa histórica que se inaugura el domingo con un nuevo presidente del Consejo de Estado, desencadenará también movimientos en la esfera militar por el obligado reemplazo del cargo de Comandante en Jefe y, a su vez, del ministro de Defensa, cargo que ostenta actualmente el General de Ejército y mandatario interino Raúl Castro.

Pero los movimientos en las Fuerzas Armadas pueden aguardar por un tiempo.

El domingo, la urgencia de los parlamentarios estará en conformar la presidencia de la Asamblea Nacional para elegir luego a la dirigencia del Consejo de Estado, que incluye presidente, un primer vicepresidente, varios vicepresidentes, un secretario y 31 miembros.


miércoles, 20 de febrero de 2008

RENUNCIA CASTRO


Cuba entró este miércoles en una lenta etapa de transición sin Fidel Castro al mando, pero expectante ante los cambios económicos prometidos por Raúl Castro, el más probable sucesor del histórico líder comunista, que debería ser elegido el domingo presidente.

La isla amaneció en total calma y digiere poco a poco el impactante mensaje escrito en el que Castro anunció el martes su renuncia a la Presidencia y al cargo de 'Comandante en Jefe' tras 49 años en el poder y 19 meses de convalecencia.Ahora todo apunta al domingo, cuando el Parlamento elegido en enero ratifique casi seguro a Raúl como presidente de Cuba, una función que desempeña de forma interina desde el 31 de julio de 2006, cuatro días después de que cayera enfermo su hermano.


"No aspiraré ni aceptaré el cargo de Presidente del Consejo de Estado y Comandante en Jefe", afirmó Castro, de 81 años, quien conserva el estratégico puesto de primer secretario del Partido Comunista (PCC), único y en el poder.


Al delinear un Gobierno colegiado, con dirigentes de la vieja guardia, de una generación un poco más joven y de la intermedia -como el vicepresidente Carlos Lage, de 56 años-, Castro dijo que existe la "autoridad y la experiencia para garantizar el reemplazo".Su decisión se da en un momento crucial en que los cubanos viven un intenso debate de sus problemas y la directiva comunista busca renovarse, corregir errores políticos y económicos, acabar con la atrofia burocrática y aumentar la eficiencia productiva.

"Debemos comprometernos con él en que seremos capaces todos unidos, ahora y siempre, de mantener en alto la dignidad de esta patria, de hacerla cada vez más justa, libre, independiente y soberana", dijo el jefe del Parlamento, Ricardo Alarcón.Los medios cubanos reproducen declaraciones de apoyo a la revolución, aun con el 'Comandante' retirado por no tener -según dijo- "las condiciones físicas" para "una responsabilidad que requiere movilidad y entrega total".

"¿Y ahora qué?", se pregunta Annia, arqueando los hombros. Y sin pensarlo dos veces, responde para sí: "Vamos a lo que sigue, ahí sí tápate con la colcha (prepárate). Ojalá lo que venga sea para enderezar la situación".La joven, estudiante de idiomas de 30 años, dice que "anda en la calle" una ola de rumores de medidas por venir, desatada por el mismo Raúl cuando en julio pasado anunció "cambios" y en diciembre criticó "el exceso de prohibiciones y limitaciones".En debates convocados por Raúl, los cubanos reclamaron la eliminación de la brecha entre salarios en pesos cubanos (15 dólares mensuales en promedio) y los altos precios en divisas, así como de las restricciones a viajar y hospedarse en hoteles, comprar y vender coches y viviendas.


La cautela es mayor en materia de política y de derechos humanos. "No espero ningún impacto positivo de la situación" en cuanto a libertades, dijo a AFP el disidente Elizardo Sánchez, tras reclamar la liberación de unos 240 presos políticos.Bajo este clima llega este miércoles el número dos del Vaticano, cardenal Tarcisio Bertone, para conmemorar los diez años del histórico viaje de Juan Pablo II y dialogar con Raúl incluso de temas en los que tienen divergencias, adelantó el ministro de Asuntos Exteriores cubano, Felipe Pérez Roque.


En vísperas de la visita y poco después de un diálogo de derechos humanos en Madrid, La Habana decidió liberar a siete presos políticos, cuatro de los cuales viajaron a España, y confirmó a las autoridades ibéricas la intención de firmar en marzo de dos pactos internacionales de libertades políticas, económicas y civiles.

Analistas, diplomáticos y otros no descartan que Fidel, desde su retiro médico y mediante las 'Reflexiones del Comandante en Jefe' que escribe desde hace un año, ejerza poder de veto o aprobación de las decisiones del Gobierno."Seguiré escribiendo bajo el título 'Reflexiones del compañero Fidel'. Será un arma más del arsenal con la cual se podrá contar. Tal vez mi voz se escuche. Seré cuidadoso", dijo en su mensaje.


Para muchos, las respuestas a las demandas sociales no resisten mucho tiempo de espera. Raúl, no obstante, advirtió hace poco que el nuevo Parlamento tomará "grandes decisiones" en esta "etapa compleja", pero que las soluciones vendrán "poco a poco".

"¿Que Fidel renunció? Imposible. !Cooño... renunció el Comandante en Jefe!, exclamó Dayron Clavellón, quien como muchos cubanos quedó impactado ante el anuncio de Fidel Castro de no aceptar un nuevo mandato presidencial tras regir durante casi medio siglo la vida en la isla.

"Sabíamos que esto iba a suceder algún día, y ahora que es una realidad es impactante", dijo afligido Clavellón, un esbelto modelo de 20 años tras pasar con amigos una larga noche de bohemia en el Malecón de La Habana y enterarse de la noticia por un periodista de la AFP.


"¿Renunció Fidel? Carajo... le vamos a echar de menos", comentó Dubael César, músico de 27 años, quien considera sin embargo que tras la renuncia del líder cubano "todo quedará igual" en Cuba.


La noticia de la renuncia de Castro, de 81 años y convaleciente hace 19 meses de una crisis de salud, fue plasmada en primera plana en los diarios Granma -órgano del Partido Comunista- y Juventud Rebelde, y leído en la radio y televisión locales, que también divulgaron opiniones de cubanos.

"Ni retirada ni despedida, Fidel es un hombre de todos los tiempos" y "seguimos contando con él", expresó un hombre cuarentón ante las cámaras de la televisión cubana."Va a seguir siendo nuestro Comandante en Jefe" y "nuestro máximo inspirador (...) para defender nuestro socialismo", dijo otro más joven.

Alba, una enfermera retirada de 67 años, juraba y perjuraba que Fidel Castro "moriría con las botas puestas". "Creía que nunca iba a dejar el poder, es increíble", manifestó."No me preocupa la continuidad de la revolución, porque sabemos que estamos firmes, y los cubanos apoyamos esta decisión (la de Castro)", señaló una mujer, que se veía más consternada por la renuncia del líder cubano. En cambio, un mutilado de la guerra de Angola que pescaba en la zona del Malecón y no quiso revelar su identidad, no dio importancia a la renuncia: "Es cosa de políticos, ya vendrá otro (gobernante)", comentó.

En medio de sus dificultades cotidianas, muchos cubanos han minimizado la trascendencia de la sesión del Parlamento que definirá el domingo la cúpula de Gobierno para los próximos cinco años, y sólo hablan de los cambios prometidos por Raúl Castro."La cosa está mala y estamos pidiendo cambios a gritos; medidas sabias, de rápido impacto y sin preámbulos", dijo a la AFP Aida, una ingeniera de 42 años que vende café "por la izquierda" (mercado negro) para ayudar a mantener a su familia."¿El 24 qué es lo que hay? A mí la política no me interesa, lo que quiero es que haya más soltura (apertura), que no haya tanta escasez y que acaben de llegar las medidas que anunció Raúl", dijo René, un zapatero remendón de 59 años.Enfundada en el uniforme gris de la campaña contra el mosquito del dengue, una mujer, que no quiso dar su nombre, coincidió en que "la expectativa está en los cambios".

"La gente quiere ver mejoras. Hay que acabar de resolver los problemas (transporte, alimentación y vivienda). ¿Cómo? No sé", dice a regañadientes en la céntrica avenida Línea mientras explica a varios jóvenes la batalla contra el diminuto "enemigo", el mosquito 'aedes aegypti'.Pero para Pablo Guzmán, un taxista ilegal de 22 años, "los cambios ya comenzaron hace tiempo" con Raúl, que asumió el mando provisional de Cuba el 31 de julio de 2006 por la enfermedad de Fidel."La gente habla más abiertamente de los problemas, la prensa también los aborda, incluso los de la salud y la educación -emblemas de la revolución-, y esto ya es un cambio", afirma.El reclamo alcanza a todos los sectores de la sociedad cubana.En la recién inaugurada Feria Internacional del Libro, Antón Arrufat, de 72 años y uno de los escritores marginados por la intolerancia oficial de los años 60, llamó frente a Raúl a "inaugurar caminos" y "enderezar lo torcido" en estos "días cruciales para la nación".

El ex presidente de Ecuador Rodrigo Borja opina que el proceso revolucionario de Cuba se verá debilitado por la decisión de Fidel Castro de renunciar a la Presidencia de su país, informó hoy el diario el Comercio. "La enfermedad primero y la renuncia después debilitarán el proceso revolucionario" de Cuba, aseguró el socialdemócrata Borja, actual secretario de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur).Borja, que gobernó de 1988 a 1992, manifestó que "es difícil predecir si se vienen grandes cambios o una lenta transición", ya que dependerá de "quién lo sustituya y del entorno internacional".En cualquier caso, señaló, sustituir a un líder como Castro "no será fácil".El ex jefe de Estado asegura, además, que "el nuevo sucesor o los nuevos sucesores tendrán enormes retos, porque tienen que guiar a Cuba por la ruta del desarrollo económico-social en un mundo tan competitivo e implacable".


Borja calificó de "admirable" la forma cómo Castro condujo a Cuba durante los casi 50 años que estuvo en el poder, sobre todo porque tuvo que afrontar el bloqueo económico de Estados Unidos y el colapso de la Unión Soviética, que apoyó su revolución.Este martes, cinco días antes de que de que el Parlamento defina la nueva cúpula del Gobierno, el líder cubano, a través de una carta que se publicó en los diarios Granma y Juventud Rebelde, anunció que no aspirará ni aceptará los cargos de Presidente del Consejo de Estado ni de Comandante en Jefe.Los diarios ecuatorianos en sus primeras páginas hacen hoy referencia a la decisión de Castro después de casi 50 años de permanecer en el poder.

El diario Hoy titula "Fidel Castro cuelga su uniforme 49 años después" y en su editorial asegura que la renuncia del líder cubano a la Presidencia y al Comando de las Fuerzas Armadas "desbarató los presagios de que solo la muerte terminaría con su gobierno".El diario La Hora, por su parte, en su editorial afirma que el anuncio de Castro "no significa su alejamiento total del poder".El Comercio, mientras tanto, titula en su portada "Tras 49 años, Fidel se jubila" y recoge algunas reacciones que se han dado alrededor del tema.El diario Universo abre su edición de hoy con el titular "Castro finaliza una era", y añade que el líder cubano se despidió de su nación como jerarca de la revolución que gestó hace 49 años.